Windows 10.

Muchos usuarios no saben que Windows comparte información con Microsoft desde el momento en que encienden el ordenador. 

De hecho, la recopilación de datos es una parte fundamental del sistema operativo, pero la buena noticia es que tienes más control del que imaginas.

En este breve artículo analizaremos los tipos de datos que Windows recolecta, cómo puedes limitar la información que compartes y por qué el debate sobre la privacidad en Windows 10 vs. Windows 11 no es tan simple como parece.

Microsoft distingue entre dos tipos de datos:

1-Datos obligatorios

Son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema. Estos datos técnicos incluyen información sobre el hardware, el software instalado y los errores del sistema. 

Ahora, ¿cuál es su objetivo? Garantizar la seguridad y la compatibilidad para futuras actualizaciones. Ten en cuenta que Microsoft necesita estos datos para, por ejemplo, solucionar fallos críticos o adaptar parches a diferentes dispositivos. 

2-Datos opcionales

Es aquí en donde la privacidad entra en juego. Dicha categoría incluye información detallada sobre el uso que uno le da al sistema. 

Por ejemplo, qué aplicaciones usas con frecuencia, qué páginas web visitas, qué escribes o dictas por voz, y desde dónde te conectas. 

Como verán, tales opciones están diseñadas para personalizar la experiencia, pero a cambio, comparten mucha más información sobre nuestros hábitos.

Ten en cuenta que, desde la versión 1903 de Windows 10, la política de privacidad y la recopilación de datos son prácticamente idénticas en Windows 10 y Windows 11. 

Por consiguiente, si sigues con Windows 10 por una supuesta mayor privacidad, tu percepción podría estar desactualizada.

Todo usuario debe saber que entre la información que Microsoft puede recopilar se encuentran:

  • Tus búsquedas en internet: Por medio de herramientas como Windows Search.
  • Tus hábitos de uso: Qué aplicaciones son tus favoritas o cómo interactúas con el sistema.
  • Tu actividad de voz y escritura: Si usas funciones como el dictado o Copilot.
  • Tu ubicación: Desde dónde te conectas a tus dispositivos.
  • Tus intereses: Pueden deducirse de tu actividad para mostrarte publicidad personalizada.

Ahora bien, servicios como “Windows Search”, “Encuentra mi dispositivo” o el programa “Insider”, suelen contribuir a la recopilación de datos, ya que necesitan esta información para ofrecerte sus funcionalidades. 

Vale aclarar que, en muchos casos, no se trata de espionaje, sino de que así están construidos estos servicios.

No puedes impedir que Windows recopile los datos básicos y obligatorios, ya que son necesarios para el sistema. Aún así, puedes limitar drásticamente la información opcional.

Para ello, no se requieren herramientas ni conocimientos avanzados; solo puedes tomar el control directamente desde el panel de “Configuración” de Windows:

  1. Ve a “Configuración”.
  2. Selecciona la opción de “Privacidad y seguridad”.
  3. Desde ahí, explora los diferentes apartados para desactivar funciones de personalización, anuncios basados en tus hábitos, historial de actividades o la recopilación de datos de diagnóstico.

En resumen, entender cómo se gestiona tu información te permite tomar decisiones informadas sobre si te compensa tener ciertas funciones activadas a cambio de entregar más datos. 

No se trata de desconfiar de Microsoft, sino de ser consciente de cómo funciona tu sistema operativo y de qué información decides compartir.

Otros artículos interesantes: 

(S.M.C)

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)